Negociostotales: PREGUNTARLE A TU EQUIPO CÓMO PUEDES AYUDARLOS NO ES TAN ÚTIL COMO PENSABAS, Y DEBES DEJAR DE HACERLO

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lunes, 9 de abril de 2018

PREGUNTARLE A TU EQUIPO CÓMO PUEDES AYUDARLOS NO ES TAN ÚTIL COMO PENSABAS, Y DEBES DEJAR DE HACERLO


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“¿Cómo puedo ayudarte?”
Creerías que es una buena pregunta para tus empleados. Seguro, yo le hice esta pregunta, como CEO, a mi propio equipo innumerables veces.
Resulta que, estaba equivocado.
La pregunta, “¿Cómo puedo ayudarte?” lastima a los empleados más de los que lo ayuda.
Déjame explicarlo.
La otra semana, realicé un taller. Uno de los participantes, un CEO, estaba teniendo problemas para obtener retroalimentación de un empleado particularmente callado en su compañía. Le pidió consejos a los demás en la sala sobre eso.
“¿Qué pasa si le pregunto al empleado, ‘¿Cómo puedo ayudarte?’ ¿Creen que es una buena pregunta para animarlo a hablar? reflexionó.
Algunos otros ejecutivos asintieron con la cabeza. “Sí, parece una buena idea”, dijeron.
Otra participante del taller dijo en alto.
“Odio esa pregunta”, compartió con franqueza (y un poco tímidamente). “Cuando mi propio gerente directo me lo pregunta, nunca sé qué decir“.
Todos estaban perplejos, yo incluido. ¿Cómo podría ser, el ofrecer ayuda, algo malo?
Pero mientras lo explicaba, hizo clic en mí.
A pesar de tener buenas intenciones, estas son tres razones por las cuales “¿Cómo puedo ayudarte?” es una pregunta terrible para hacerle a tus empleados:

1. Es flojo.

Cuando preguntas, “¿Cómo puedo ayudarte?” no estás ofreciendo ideas ni sugerencias específicas sobre cómo puedes ser más útil. Por el contrario, confías en que el empleado haga el trabajo duro (y delicado) de descubrir cómo debes mejorar como líder.
Esperar que un empleado te diga lo que deberías estar haciendo mejor sin presentar ninguna idea por ti mismo es, bueno, perezoso.

2. Presiona al empleado.

¿Te imaginas lo desalentador que es decirle a tu jefe lo que necesita hacer de manera diferente?
Eso es lo que estás haciendo cuando dices: “¿Cómo puedo ayudar?” Le estás pidiendo que hagan agujeros, que descubran defectos… Y el empleado no puede predecir si realmente estás listo para escucharlo o no.
Cada vez que le dices la verdad al poder, es intimidante. No podemos subestimar como líderes la dinámica de poder que existe entre un empleado y un empleador. No hay ningún incentivo para que un empleado critique o diga algo que pueda ser percibido negativamente por su jefe. Como resultado, “¿Cómo puedo ayudarte?” ejerce presión sobre el empleado para que de una respuesta diplomática, en lugar de una honesta.

3. Es vago.

Ahora el empleado se ve obligado a pensar rápidamente en todas las potenciales cosas con las que podría ayudar…
¿En qué proyecto?
¿En qué área del negocio?
¿Deberían mencionar la comunicación?
¿Deberían hablar sobre los plazos y los resultados?
¿Deberían mencionar lo que sucedió durante esa reunión de la semana pasada?
¿O el jefe está pidiendo algo de más alto nivel y estratégico?
Es difícil saber exactamente qué es lo que estás pidiendo como líder, cuando haces la pregunta: “¿Cómo puedo ayudar?”

Entonces, ¿Qué deberías preguntar en su lugar?

Si realmente quieres saber cómo puedes ayudar y apoyar a un empleado, intenta esto:
Pregúntale sobre algo específico en lo que puedas ayudar, primero.
Señala tu propia falla potencial, en lugar de esperar que tu empleado lo señale. Ofrece una crítica de tus propias acciones, en lugar de esperar a ver si es algo que menciona tu empleado.
Cuanto más vayas primero y compartas en lo que crees que puedes ser mejor, más espacio le darás a tu empleado para que te de una respuesta honesta sobre lo que ellos piensan que podría hacerse mejor.
Aquí tienes algunos ejemplos de preguntas específicas que podrías hacer…
• “¿Crees que estuve micro-gestionando los proyectos?”
• “¿Estuve poniendo demasiado en tu plato y necesitas un poco más de espacio para respirar?”
• “¿Te estoy dando suficiente información para hacer bien tu trabajo?”
• “¿Podrías estar haciendo un mejor trabajo al delinear la visión y la dirección de hacia dónde nos dirigimos?”
• “¿No fui consciente para definir plazos razonables, como debería haberlo hecho?”
• “¿Te estoy interrumpiendo demasiado durante el día con reuniones y solicitudes?”
Te garantizo que un empleado se sentirá más animado a darte su opinión honesta sobre cómo puedes ayudar si les preguntas: “¿Te estoy interrumpiendo demasiado durante el día?” en lugar de solo preguntar “¿Cómo puedo ayudarte?”
Deja de lastimar a tus empleados con la pregunta incorrecta. Comienza a preguntar las correctas.

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