Las criptomonedas están bien lejos de cabalgar la cresta de la ola como ocurría a finales del año pasado. Bitcoin, que llegó a cotizar casi a 20.000 dólares, ahora supera los 6.000. Aunque la fiebre está lejos de remitir, el peor trimestre en la historia de esta tierna tecnología, que apenas roza la década de edad, ha arrastrado la valoración de todas estas divisas. Algo que ha disuadido a un buen número de inversores de seguir picando piedra. Muchos han abandonado el minado y han puesto todos sus instrumentos a la venta. Anuncios de equipos que en las últimas semanas se han hecho más visibles en plataformas de segunda mano como Wallapop, Mil Anuncios o Tablón de Anuncios, entre otras.
“No me sorprende lo más mínimo. Al final esto es como vender un ordenador, que al fin y al cabo es lo que es una de estas máquinas: un equipo informático con un fin determinado”, aclara Mario Chamorro, un joven español que montó su propio 'rig' para minar 'ethereum' el pasado mes de junio.
Minar ha perdido interés
“Ahora, con la tremenda caída que han sufrido las criptomonedas, el precio ha bajado tanto que ha llegado un punto que si estás minando no te sale rentable. Ya no es el precio del 'hardware', sino también el enorme coste energético”, añade. El propio Mario confiesa que él mismo está pensando poner a la venta sus equipos por esta razón. “Minar domésticamente cada vez tiene menos lógica. Al final, todo depende de lo que creas que va a pasar en el futuro”, explica.
“Si piensas que el ethereum va a volver a repuntar, pues igual te merece la pena hacerte con unas buenas tarjetas gráficas e intentarlo. Pero yo haciendo un análisis detenido de todo esto he llegado a la conclusión de que no es así. Yo recomendaría invertir ese dinero en comprar las criptos directamente”, analiza. “Con bitcoin ya ni hablamos del minado doméstico, que no tiene ningún sentido”.
La oferta es variada. Los precios van desde los 3.800 euros por los equipos más novedosos hasta los 680 por máquinas más antiguas. Todas ellas llevan el reclamo de 'Minar bitcoins'. Hay algunas que mencionan otras 'criptos' y hay quien asegura incluso hasta 20 euros diarios de rentabilidad. Todas las fuentes consultadas por Teknautas desechan estas promesas.
Equipos obsoletos
“Es muy complicado rentabilizar estas inversiones en España por un usuario privado en su casa o incluso por una empresa pequeña o mediana”, aclara Alberto Gómez Toribio, cofundador de NevTrace y uno de los mayores expertos en criptodivisas y tecnología 'blockchain' de nuestro país.
“La mayoría de empresas que venden estos equipos nuevos lo hacen a mayoristas, no a un curioso que quiera probarlos. No hay casi compañías que los vendan directamente a través de su página web”, comenta.
Recuerda Gómez Toribio que cuando habla de “mayoristas” habla de personas que invierten “al menos cuatro millones de euros en estos equipos, que es por así decir lo mínimo para crear un granja en condiciones” con un retorno de la inversión en unos seis meses. “Y eso siempre que estés en un país como Islandia o países nórdicos, donde la energía es más asequible. Si lo intentamos aquí, es inasumible. Es mejor olvidarnos de esa esta idea”.
Cuando llegan al mercado de segunda mano, la mayoría de máquinas están obsoletas
Este experto señala que la mayoría de estos equipos que están en el mercado de segunda mano “lo hacen obsoletos". “Cuando llegan a estas plataformas por primera vez significa que han perdido valor para su uso principal. Son máquinas que han sido desechadas por esos mayoristas, que han preferido renovarlas porque han aparecido nuevos equipos, más profesionales y más potentes”.
“Si ellos, con ese volumen de equipos no son competitivos con bitcoin, deciden que no son útiles y los cambian, ¿cómo lo va a ser un usuario en una casa o un garaje? Más que de ganar, comprar una máquina de estas es comprar una máquina de palmar dinero”, argumenta.
Seis o siete años en amortizar la inversión
Una de los ordenadores más asequibles que se anuncia es un Antminer S3, uno de los modelos más conocidos. Su consumo es de 360 watios cada hora. Mantenerla todo el día en funcionamiento saldría unos tres euros. Al mes, la factura serían 92 euros. Con la potencia que ofrece, a día de hoy, minar un sólo bloque de bitcoin llevaría unos dos años. “Con este poder de computo, la inversión de mil y pico euros, tardarías en amortizarla seis o siete años. Y no sabemos lo que va a pasar en dos años con esta tecnología cómo para pensar en mayores tiempos”.
Minar monedas menores en casa tampoco parece buena idea: "La mayoría acaban valiendo cero"
¿Y minar domésticamente monedas menores? ¿Podría ser negocio? "Sobre el papel, sí. Cuanta menos gente esté involucrada más fácil es hacer negocio. Pero muchas de estas criptos acaban desapareciendo o valiendo cero. Así que puede acabar siendo un negocio aún peor", remacha.
Un triciclo entre bólidos
"Tienes que pensar en lo de minar bitcoins como en una carrera. Allí hay gigantes que conducen Lamborghinis y Ferraris. Si un particular junta tres o cuatro de estos equipos en casa como mucho tendrás un triciclo", comenta Javier Domínguez, ingeniero de 'software' y experto de la plataforma Blockchain España. "No hay que pensar sólo en particulares. Para crear una mina de bitcoin competente hace falta una inversión millonaria. Y cuando digo competente es para estar en el 'top 10' mundial, que es donde merece la pena estar a día de hoy".
Domínguez asegura que una granja de este tipo necesitaría 85.000 máquinas de última generación, que suponen 156 millones de dólares aproximadamente. "El consumo eléctrico sería el doble que el de Madrid", explica. A todo esto hay que añadir al apartado de gastos otras partidas como infraestructura, terrenos, personal, seguridad y otros tantos elementos para mantener a raya el calor de estas máquinas, entre muchas otras cosas.
"Es que si metes una, dos o cinco máquinas de este tipo para minar bitcoins en casa vas a tener un calor insoportable. No vas a necesitar calefacción en invierno. Por no hablar del ruido atronador", afirma. También desaconseja comprar una nueva. "Con mucha suerte, amortizarás un equipo de 6.000 euros en dos años. Y cuando llegue ese punto, como bien indica la Ley de Moore, estará obsoleto", zanja.
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