Un informe reciente llevado a cabo por ThinkCoin en UK mostraba como un 15% de los británicos estaban sopesando la idea de invertir en criptoactivos. El dato en sí podría no tener mucho interés, salvo que lo comparemos con el 17% de los que actualmente invierten en acciones. Analizando los datos de inversión real, y pese a que sólo un 4% había tomado ya alguna posición en esos activos, un 19% de los que admitían su interés por este nuevo activo financiero, apostaban por un futuro de la inversión que pase por la criptoeconomía.
Estos datos vienen a corroboran lo que comentaba hace un tiempo respecto a los intereses de los millenials en Estados Unidos; preferían invertir en criptoactivos antes que en el mercado de acciones. En ese país y utilizando datos de Finder.com, un 8% de norteamericanos ya han realizado alguna operación de compra y venta en estos activos digitales, siendo el bitcoin (BTC) con un 5% el que mayor interés despierta. Le sigue ether (ETH) con un 2% y Ripple (XRP) con cerca del 1%.
De los que no invierten, el 40% destaca que no tiene necesidad alguna de tomar esos riesgos, pero solo un 18% afirma que no lo hace por pensar que se trata de algún tipo de fraude. A este respecto, informes anteriores de 2014 cuando sólo existía el bitcoin, cifraban en un 62% ese temor y verlo caer en esa magnitud, no es sino un síntoma de la popularización positiva de esta nueva forma de entender la inversión.
Volviendo al informe de ThinkCoin, es interesante ver como muchos de los asesores financieros a los que acuden los británicos, rechazan de inmediato la idea de sus clientes de invertir en criptoactivos. Su alta volatilidad para ser utilizados como monedas (en el caso del BTC) y la falta de aceptación en el mundo real, son las razones que dan para mantenerlos alejados de este mundo. Además, y tal vez lo más importante, no dejan de tratarse de productos no regulados (salvo los futuros del CBOE sobre bitcoin) que podrían poner en riesgo su estatus y su negocio.
Pero mientras el cambio social se va produciendo poco a poco y desde la base de la población, los medios informativos parecen haber olvidado todo lo relacionado con los criptoactivos. Se ha pasado de narrar en tiempo real la llamada explosión de la burbuja (la tercera en pocos años), a pasar por alto que el mercado global muestra ahora un alza superior al 70% en un mes. Y es que, desde los mínimos de inicios de abril, la capitalización total de estos activos ha pasado de los 250 mil millones de USD a los actuales 442 mil millones sin apenas darnos cuenta.
Y lo más interesante viene del lado de la distribución del valor. Si en mayo del año pasado el bitcoin (BTC) representaba más del 50% del total market cap de los criptoactivos, hoy ese porcentaje no llega al 36% en un claro síntoma de que todo esto ya no va de contar con una nueva moneda descentralizada, sino de estar frente a una verdadera transformación tecnológica y con implicaciones claras sobre lo que la tokenización de activos nos traerá (inversión incluida) y que ya medio comenté hace un tiempo.
Goldman Sachs confirmaba esta misma semana, su intención de iniciar próximamente la operativa y trading en nombre de sus clientes. Del mismo modo, creará una especie de forward no entregable que sus clientes podrán negociar en breve. La entidad concluyó que el bitcoin (BTC) no era un fraude y que no tenía las características de una moneda. Al tener un número cada vez mayor de clientes que deseaban mantenerlo como una reserva de valor, similar al oro, se han lanzado a dar ciertos servicios al respecto. El banco americano ya estaba ofreciendo servicio de liquidación a ciertos clientes que estaban operando en el mercado de futuros del CBOE y hace unos meses adquirió una de las Exchanges más conocidas en el mercado.
Así las cosas y mientras el ruido ha desaparecido del panorama mediático, lo cierto es que se va asentando la idea de contar en el futuro inmediato con una nueva clase de activos financieros. Los estudios antes comentados así lo demuestran y hasta el interés mostrado por Soros, los Rockefeller o el mismo Nasdaq que pretende configurarse próximamente como un Exchange de criptotactivos, van en el camino de una mayor popularización como asset class. Pienso que esto no se trata ya de bitcoin (BTC) o de la irrupción de una moneda digital descentralizada, sino de las posibilidades que la criptoeconomía ofrece. Hay mucha vida más allá del bitcoin y mientras llega una regulación deseable, permanecer al margen no es más que perderse otro tren que rápidamente, avanza ante nuestros ojos. De momento y mientras usted recuerda que el bitcoin ha llegado a perder un 68% de su valor en 2018, lo cierto es que en los últimos 25 días esa criptomoneda sube casi un 50% y aquellos como los de JP Morgan, que hablaban de forma negativa sobre estos activos, hasta empiezan a considerarlos como posible parte de una cartera diversificada. Le vendieron que esto era una vuelta a los tulipanes y, ya lo ve, mientras vendía en formato pánico otros empezaban sus florecientes negocios.
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