Negociostotales: La importancia de venderte en 3 minutos

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martes, 13 de febrero de 2018

La importancia de venderte en 3 minutos


venderte

Cuando estás emprendiendo, (y me parece que en la vida en general) debes aprender a tomar las oportunidades que se te presentan, hasta la más mínima o remota puede generar un cambio positivo si sabes tomar la ola.

Las oportunidades se pueden o no dar en las circunstancias más absurdas, ya sea en un ascensor, esperando en la fila del banco, durante una cena informal, en el gimnasio etc.
Esto no nos exime de la responsabilidad de estar alerta para vendernos y vender nuestro proyecto de la mejor manera hasta en los lugares y ocasiones más insospechados.
Hace unas semanas estaba de viaje de trabajo y durante una cena me sentaron con varios compañeros del medio, sin embargo, en la misma mesa se encontraba uno de los directivos de la empresa que organizaba dicho evento.
Con mucha astucia me preguntó “¿Tú qué haces?” En tres minutos le resumí los últimos seis años de mi vida, le platiqué sobre High On Fashion, le ofrecí cifras y hablé de los planes futuros de mi empresa.
Cuando terminé de hablar me dijo y “bueno niña ¿Qué me vas a vender ahora?” Yo sonreí. A esta misma cena iba con un amigo que fue testigo de esta pequeña escena, él después me dijo “¿Cómo lo haces?” A lo que respondí “¿Hacer qué?”, “Sí, venderte con tanta naturalidad”, él respondió.
Esta charla que tuve con él me dio el tema de este mes.
Si algo me quedó claro en la universidad y fue gracias a mi profesor de ventas (quién no era mi favorito, por cierto) es que uno debe estar listo para venderse. En ese momento preciso de mi vida yo ni sospechas tenía de lo que años después pasaría, pero jamás lo olvidé.
Imaginemos que estás emprendiendo un negocio y por azares del destino te subes a un elevador y te das cuenta que lo compartes con un inversionista, un cliente potencial o alguien que en tu radar puede marcar una diferencia ¿Qué le dices?, ¿Cómo aprovechas esa situación?
No tienes tu presentación de power point divina, no tienes tus corridas financieras, solo tienes tres minutos o inclusive menos para impresionar con verdades y abrir una ventana hacia una nueva posibilidad.
¿De qué hablar en tus tres minutos? Primero hay que presentarse de manera asertiva, sin pretensiones y con la verdad. Habla del proyecto que encabezas de manera sagaz y menciona el valor agregado que aporta tu empresa de tal forma que captes el interés de la otra persona, contesta las preguntas:
• ¿Por qué eres diferente al resto?
• ¿Qué te hace atractivo y rentable?
• ¿De qué manera lograrás un impacto positivo en el corto y mediano plazo?
El objetivo principal es ponerte en el radar y abrir la comunicación para lograr una cita posterior en donde ahora sí, con recursos visuales y financieros, puedas potencializar dicho encuentro hacia una relación a largo plazo en donde haya un beneficio tangible para ambas partes.
Les sugiero hacer una lista, tomar las ideas principales y trabajar en este speech, hacer un ensayo ya sea frente al espejo o con un amigo de confianza que nos pueda retroalimentar de manera honesta ayuda mucho.
Como bien dicen: “la práctica hace al maestro” y con el tiempo y la experiencia puedes ir puliendo el discurso.
El lenguaje no verbal también es importante y sentirnos preparados hace toda la diferencia, nos proyectamos de una manera más segura y determinada, que es crucial para causar una buena impresión en poco tiempo.
Dominar el arte de venderte suena sencillo, en la práctica no lo es tanto por eso requerimos de práctica, con el tiempo todo va fluyendo de manera natural hasta que se convierte en algo totalmente orgánico.
"Dominar el arte de venderte suena sencillo, en la práctica no lo es tanto por eso requerimos de práctica, con el tiempo todo va fluyendo de manera natural hasta que se convierte en algo totalmente orgánico."
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Aquí aportaría un eslabón extra y es la importancia de la imagen física, muchos pensarán que lo digo porque me dedico a la moda y a la imagen, pero en realidad es que sin importar qué vendamos, nuestra imagen pública siempre será ese gancho extra para potenciar nuestro discurso.
Me pongo de ejemplo: sería incoherente que yo, por poner una situación, me encuentre a un inversionista en un elevador un domingo en la mañana, lo aborde de manera natural, le hable de mi proyecto, tenga mi discurso poderosamente armado, pero si voy vestida en pants y/o toda desaliñada, todo lo que diga se diluirá por ello.
Debes tener todas las herramientas listas sin importar en donde me encuentre. Me encantaría tocar el tema de la imagen como recurso del emprendedor y empresario, pero me parece un tema bastante vasto por lo que por ahora les dejo de tarea trabajar en su discurso de tres minutos.
¡Piensen muy bien qué van a decir y cómo lo harán, les puede cambiar la vida!
Con cariño,
Gina Ortega
Fuente: entrepreneur

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