Negociostotales: De ama de casa a dueña de un imperio multimillonario

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viernes, 28 de abril de 2017

De ama de casa a dueña de un imperio multimillonario

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A veces tienes que estar dispuesto a ensuciarte las manos un poco. Esa es una de las primeras lecciones que aprendí en la vida.
Cuando tenía 12 años, trabajaba como lavacoches en la tienda de autos de mi papá. Mis hermanos también trabajaban ahí, echando la mano en lo que se pudiera para mantener a flote el negocio de la familia. En 1983 la industria automotriz de Estados Unidos estaba sufriendo su peor recesión en décadas.
Eran tiempos difíciles y nuestra familia batallaba para llevar comida a la mesa. Entonces mi papá falleció intempestivamente y mi mamá, quien hasta ese momento era un ama de casa, tuvo que salir al frente.
Irma Elder se convirtió en la primera mujer en manejar una concesionaria de Ford en Detroit. El día que empezó a trabajar pasó de ser una madre soltera a ser la mentora de sus hijos.
Los días siguientes no fueron sencillos. Ella pasaba sus días en la tienda y por las noches estudiaba todo lo que podía del negocio de Ford de mano de los ejecutivos de la marca. Al cabo de un tiempo, se convirtió en la dueña de una de las compañías lideradas por mujeres más grandes del país y forjó las bases para que mis hermanos y yo pudiéramos construir nuestros propios negocios.
En los primeros días, mis hermanos y yo aprendimos la mayor lección de nuestras vidas y los secretos para mantener a flote un negocio cuando las circunstancias generales son adversas.
Hoy en día manejamos el Elder Automotive Group, que maneja siete concesionarias en Michigan y Florida y generan cerca de US$350 millones al año al vender algunos de los autos más buscados del mercado. También somos unos de las pocas compañías que son socias de la gigante aseguradora Allstate.
A pesar de las difíciles tormentas económicas que nos han golpeado con los años, hemos superado los obstáculos que todos los emprendedores enfrentan y nuestro negocio familiar ha pasado la prueba del tiempo.
Te dejo algunos de nuestros secretos para mantener un negocio a flote en medio de las crisis.

1. Tener actitud de “sí se puede”

Mi mamá nació en México por lo que siempre tuvo muy en claro la importancia de tener una actitud de “Sí se puede”.
Después de ver cómo mi mamá logró construir su “sueño americano” luego de quedarse viuda, vivo mi vida según estas palabras.

2. Identifica las fortalezas y las debilidades

Pregúntate qué haces realmente bien y cuáles son los mayores obstáculos que enfrentas.
Es indispensable que cualquier director de empresa sepa qué tiene de sobra y qué le falta, así como cuáles son las fortalezas y áreas de oportunidad de su equipo. Una vez que hayas analizado el talento que ya tienes en tu negocio, puedes concentrarte en contratar a las personas que traigan las habilidades que hagan falta.

3. Sopesa las oportunidades nuevas y ofrece productos únicos

En un mercado que está constantemente cambiando, los negocios deben ser capaces de ajustarse para ser exitosos. En la industria automotriz, el internet ha sido un factor muy importante desde hace años. Debes adaptarte y ofrecer a los usuarios el servicio que esperan.

4. Deja de lado las diferencias

Mis hermanos y yo hemos manejado el negocio familiar desde hace 20 años. Tenemos personalidades muy dispares y a veces, nos hemos visto obligados a poner nuestras diferencias de lado para sacar adelante el negocio. Es ese yin y yang lo que hace que una compañía sea tan grande. El negocio debe abrazar las habilidades y diferencias que cada miembro pueda aportar. Solo entonces puedes aspirar a ser realmente exitoso.

5. Comprométete con la comunidad

A nosotros nos enorgullece el trabajo de caridad que hacemos en nuestra comunidad. Cada mes escogemos una iniciativa local a la cual apoyar. También hemos participado con Replay Tampa Bay, una organización que recolecta y rehabilita equipo deportivo para llevar a escuelas más pobres. A nivel nacional también somos parte de las campañas implementadas por Ford y Allstate.

6. Sé fiel a tu marca, a tus empleados y a tu familia

Cuando nuestra madre tuvo que hacerse cargo de la concesionaria en 1983 era la única mujer en tener este tipo de acuerdo con Ford. Aunque estaba segura de que podía manejar el negocio, nadie quería trabajar para una mujer (y nacida en México, además). Más de la mitad de los 92 empleados renunciaron. Los 41 restantes se mostraron fieles a nuestra familia y nos recordaron que el cliente y la satisfacción del empleado deben ser el corazón de todo negocio.
Fuente: entrepreneur

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