Este es el consejo que te da el hombre más rico de China para enfrentar el futuro sin miedo
Durante el pasado Foro Económico Mundial, en Davos, Suiza, asistí a una decena de sesiones lideradas por todo tipo de personajes: políticos, científicos y ganadores de premios Nobel.
Me llamó la atención que solo en dos de esas sesiones le dieron a los conferencistas el honorable tratamiento de “quinceañera”, es decir, la «festejada» no entraba hasta que todos estuvieran sentados y callados.
La primera fue una sesión con el fundador del Foro, el profesor Klaus Schwab. La segunda fue una sesión con un emprendedor, Jack Ma, fundador de Alibaba, la gigantesca firma de comercio electrónico.
Jack Ma es un hombre de sonrisa fácil, quizá por eso luce de treinta y tantos aunque en realidad tiene 54 años. Es el hombre más rico de China, pero él nunca olvida que nació en una familia humilde. Sus padres eran músicos y narradores, no ganaban lo suficiente como para ser considerados como clase media.
Ma fue emprendedor desde chiquito. Cuando era niño daba tours en inglés a extranjeros de forma gratuita.
Sin embargo, la escuela nunca fue su fuerte. Aplicó 10 veces para ser admitido a la Universidad de Harvard y las 10 veces fue rechazado. Después aplicó la Universidad Normal de Hangzhou y logró entrar hasta el cuarto intento. Tras graduarse, trabajó como profesor de inglés en la Universidad de Hangzhou Dianzi con una paga de 12 dólares al mes.
En 1995 Jack Ma visitó Estados Unidos para un proyecto gubernamental relacionado con la construcción de autopistas. Fue ahí que descubrió el internet y las computadoras.
En esa época las computadoras eran poco comunes en China y pocas personas usaban internet. El emprendedor cuenta que la primera palabra que buscó fue «cerveza», y arrojó resultados de todos lugares del mundo. Luego buscó «China» y no apareció un solo resultado. Decidió que era hora de que China y su gente se conectaran a internet.
Regresó a su país, convenció a 17 amigos de que invirtieran en su nueva empresa y comenzó Alibaba desde su departamento a los 31 años, sin saber vender o escribir código.
Por eso le dieron a Jack Ma el tratamiento de la quinceañera, es un auténtico rockstardel emprendimiento. Seguramente los organizadores temían que alguno de los 30 grupies que logramos un espacio en esa sesión no aguantáramos las ganas de ir a saludarlo o pedirle una selfie. (Al final, él mismo tomó un selfie stick y se tomó una foto con nosotros)
Durante su conferencia, Jack Ma permitió que le preguntáramos lo que quisiéramos. Desde luego, yo no iba a dejar pasar la oportunidad, él es un gran hacedor y un gran pensador, así que decidí compartirle un tema que ronda mi cabeza últimamente.
La tecnología va a generar un cambio radical en el mundo laboral, por eso cada vez hablamos más acerca de las habilidades para el futuro del trabajo. Sin embargo, creo que estamos dejando de lado una conversación más relevante, la de las habilidades más importantes para el futuro de la humanidad.
Recordemos que muchas personas por diferentes motivos no trabajan y que justamente la automatización tecnológica va a hacer esa situación más común. ¿Por qué no pensar también acerca de las habilidades necesarias para prosperar como especie, sin importar si el ser humano en cuestión trabaja o está desempleado, subempleado o es freelancer?
Así que decidí levantar la mano y preguntarle a Jack Ma cuál consideraba la habilidad más importante para el futuro de la humanidad. ¿Su respuesta? Abrazar el cambio.
Otros consejos de emprendedores de alto impacto
Tras escuchar a la genial respuesta de Jack Ma decidí que iba a preguntarle a los emprendedores más brillantes que asistieron a Davos qué habían aprendido durante el Foro Económico Mundial. Éstas fueron sus respuestas:
– Adam Long, CEO de Smart Drafter and Conscious Steps
En Davos estás rodeado de millonarios, empresarios exitosos e inversionistas. Desde fuera, parecen especiales. Conócelos y verás que también son humanos. También se cuestionan si están haciendo lo correcto con su vida, se preocupan de si están tomando buenas decisiones, también tienen malestar estomacal debido a la altura y tienen que formarse para ir al baño.
La realidad es que estas personas no son especiales. No pienses que las personas que han tenido éxito son especiales, porque entonces pensarás que tienen algo que tú no tienes y eso no es cierto.
– Natalie Chan, CEO de OWN Academy
Los sueños pueden hacerse realidad, pero hay que trabajar duro. Nada viene solo de desear, siempre tienes que tener un objetivo, una dirección y debes estar abierto a recibir diferentes tipos de influencias e ideas. Nunca seas tímido para pedir ayuda. Soy capaz de hacer lo que hago ahora porque nunca me avergoncé de pedir ayuda.
– Francis Rafal, CEO de Content Creation School
Ser un buen emprendedor no se trata de no cometer los mismos errores sino de estar preparado para cuando cometes el mismo error de nuevo.
– Layla Dong, fundadora de Blockshine Communication
Lo que aprendí de Davos es siempre creer en ti misma y en tus valores. Creo en un mundo más confiable, transparente y justo, y sé que puedo hacerlo a través de la tecnología. Mi consejo para aquellos emprendedores que no pudieron venir al WEF es que se conozcan a sí mismos.
– Varun Gupta, director de Mindful Life Mindful Work (India)
Mi mayor aprendizaje es la importancia de observar.
Me di cuenta de que muchas empresas no han visto realmente a las personas a las que intentan impactar. Después del Foro, creo que para servir a una comunidad primero debo ir a vivir allí por un año, usar los mismos baños, usar el mismo transporte público. Así, las soluciones que cree estarán más arraigadas en la realidad.
– Amber Ying Zhan, fundadora de Ticket Youth Association
Necesitamos potenciar la capacidad de evaluar el impacto positivo y negativo que generamos. Y los empresarios, especialmente los emprendedores sociales, deben asociarse con científicos y técnicos para trabajar seriamente en la medición del impacto de su trabajo.
– Albert Morro, fundador de Nanoboost
Siempre ten una mentalidad positiva. Está abierto a los retos y oportunidades. Lo que me funcionó muy bien aquí en Davos fue tener siempre la mentalidad de movimiento. No importa lo que estés haciendo, siempre sigue moviéndote y avanzando y te sucederán cosas buenas.
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