¿Recuerdas las metas que te planteaste a inicio de año? Estamos en la recta final y es un buen momento para valorar si lograste alcanzar tus objetivos. Aunque hay factores externos que nos limitan, el principal obstáculo puedes ser tú.
Los miedos profesionales están presentes en todas las etapas de nuestra vida laboral: cuando buscas tu primer empleo, cuando te planteas renunciar, cuando te quedas sin trabajo e incluso cuando parece que tienes el trabajo ideal.
El problema del miedo es que nos impide actuar, y en muchas ocasiones puede sabotear el éxito.
"Si alguna vez has sentido temor al fracaso, a cometer errores o tomar riesgos, entonces has experimentado conductas autosaboteadoras" afirma Fernando Calderón, Director de Mercadotecnia y Relaciones Públicas de OCCMundial.
¿Cuál es el miedo que detiene tu carrera? Identifícalo y acaba con él:
Miedo a abandonar tu zona de confort
'No tengas miedo de dejar lo bueno para ir tras lo increíble', dijo alguna vez John D. Rockefeller. No es necesario estar en un momento de crisis para enfrentarnos a un miedo laboral. En ocasiones el reto es dejar la comodidad, la estabilidad o la rutina.
Aunque no parece grave, temer al cambio puede ser un callejón sin salida, puede hacer que pases años en el mismo lugar por no querer enfrentar algo nuevo.
De nada vale quejarse de un empleo que no te satisface, un jefe incompetente o un mal salario si no tienes el valor de actuar y buscar un cambio. Atrévete a tomar decisiones y asumir riesgos.
Miedo a equivocarte
"En mi vida he fallado una y otra vez. Por eso es que he alcanzado el éxito", dijo Michael Jordan.Deja de pensar que el fracaso es malo. Aprender de tus errores es la manera más certera de mejorar y crecer.
El fracaso es el resultado de un intento, y las personas que lo intentan una y otra vez desarrollan más habilidades para enfrentar los retos. A pesar de que el fracaso es visto como algo negativo, la realidad es que es necesario y saludable para avanzar.
Para enfrentar el miedo a cometer errores imagina el peor escenario y pregúntate si realmente es tan malo como para evitar tomar decisiones. Anticípate a los posibles resultados y formula estrategias para encontrar alternativas, si a pesar de todo fallaste, al final obtienes experiencias valiosas.
Miedo a pedir ayuda
Hay quienes encuentran molesto saber que otros obtienen lo que quieren con la ayuda de otros. Quizá la verdadera razón es que les resulta difícil atreverse a pedirla.
En el ámbito laboral, como en muchos otros aspectos de la vida, la ayuda que podemos obtener de la gente a nuestro alrededor es de vital importancia, y debemos aprender a buscarla.
Aceptar la colaboración de otros es una señal de humildad, involucra nuestra capacidad para admitir que no siempre las cosas dependen de nosotros y que tenemos mucho que aprender de los demás.
Acércate a las personas adecuadas y pídeles consejo, encuentra a un mentor que te oriente a través de su experiencia, haz preguntas y aprende.
Miedo al éxito
En ocasiones la idea de sobresalir puede ser intimidante. El éxito implica esfuerzo, responsabilidad y capacidad para tomar decisiones.
El temor al éxito puede ser la verdadera razón por la que no quieres tomar riesgos. Quizá temes no ser tan talentoso, tan creativa, tan eficiente o tan inteligente como quisieras.
La realidad es que todos tenemos áreas de oportunidad para mejorar, pero eso no quiere decir que no podamos obtener nuestros objetivos.
El secreto es no perder la fe en ti y tus capacidades, identificar tus errores y trabajar en ellos. También es importante tener plena disposición para enfrentar la adversidad y esforzarte para lograr tus metas.
¡Encuentra tu miedo, enfréntalo y alcanza el éxito! ¿Qué es lo que te detiene para avanzar?
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